martes, 20 de mayo de 2008

Acusan a las mineras de evitar los controles con "dinero bajo la mesa"

La mina llegó para generar prosperidad y puestos de trabajo, pero en Santa María lo que más crecieron fueron los planes Jefas y Jefes de Hogar. "Pasaron de 1.200 a 3.000 luego de 2002, y siguen creciendo", explicó a La Capital el ingeniero Roque Chaile, activista ambientalista de Santa María.
Los planes de ayuda, hoy pauperizados al extremo, de 150 pesos, van mayoritariamente a manos de campesinos dueños de minifundios (unas 3 hectáreas), que se quedaron sin agua para producir, y cayeron en la indigencia.
Desde los subsuelos del valle donde se sitúa la gigantesca mina se extraen para la utilización del proceso industrial minero unos 80 millones de litros de agua por día. Se concreta mediante transvasamiento de cuenca, una actividad perimida. La Alumbrera paga un canon por el uso del agua: 0,03 peso por cada mil litros, unos 2.400 pesos por día. "Esto nos provocó la sequía de nuestro río (Santa María), que sostiene una red de productores minifundistas", amplió en Santa María, Roque Chaile, ingeniero que se especializa en el tema aguas subterráneas: su actividad consiste en realizar perforaciones para obtener agua, un bien vital que no está a la vista en la superficie del desierto catamarqueño.
Dinero en negro. Los tan discutidos planes Jefes y Jefas de Hogar, se sabe, son administrados por los municipios. Decenas de testimonios y evidencias relevadas por este diario en las tres comunidades cercanas a La Alumbrera (Santa María, Belén y Andalgalá) confirman el vínculo estatal y con la compañía: "La Alumbrera pasa dinero en negro, financiando la política. A todos los candidatos, al que va a ganar y a los que van a perder, también. Si tuvieran que pagar un precio justo por el agua que usan, les saldría mucho más caro", analizó Chaile.
—¿Tienen acreditado que La Alumbrera financia la política local y provincial, con dinero en negro?
—Absolutamente, con dinero por bajo la mesa, que es mucho menos del que deberían invertir en los controles necesarios para evitar la contaminación. Pero no todos en Catamarca ven a La Alumbrera como un mal a combatir. Los empleados directos del emprendimiento —entre 50 y 100 personas en cada una de las tres ciudades— viven siete días en buenas condiciones dentro de la mina —jornadas de 12 horas de trabajo y 12 de descanso—, y luego vuelven por siete días a sus hogares. Disfrutan salarios básicos desde 3 mil pesos, cifra que ningún operario obtiene en Catamarca, y todas las coberturas sociales y médicas. Eso sí, nadie que trabaje en la mina está autorizado a dialogar con la prensa.

Fuente: La Capital

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