lunes, 5 de diciembre de 2011

UN NEGRO PANORAMA

Es de público conocimiento, por sus acciones y declaraciones en los distintos medios de comunicación, que la actual y futura Presidente Cristina Fernández de Kirchner y la futura Gobernadora Lucía Corpacci tienen una fuerte posición pro minera que profundizará una, implementará la otra, y ambas desarrollarán en su gestión de gobierno políticas mineras y entreguistas como fue desde la década de los 90 con el Gobierno de Carlos Menem y seguidas por Nestor Kirchner.
Es también conocida la relación de la actual presidenta con Peter Munk el mandamás de Barrick Gold, la compañía minera más grande del mundo que llegó para quedarse y profundizar la colonización, el saqueo y el genocidio en la Argentina. Ese empresario que logró extraer agua -además de gas, petróleo, oro y montañas de dólares- de las piedras, y que ahora embolsa aún más pilas de dinero gracias a la crisis económica y financiera internacional. Por estas encumbradas influencias fue doloroso el veto de la Presidenta a la Ley de Glaciares, que por la presión de las asambleas al fin logro aprobarse pero que aún hoy sigue sin implementarse. Es esa misma mujer que declama por los derechos humanos pero que sin embargo no le tiembla la conciencia cuando los derechos de los pueblos originarios son mancillados a tal punto de cargar en su gestión con varios hermanos que vieron en su última imagen terrena como sus derechos valen menos que la de otros seres humanos. Es la continuadora de la política de empobrecimiento intencionalmente implementada desde hace años, con el consecuente clientelismo productivo en votos y efectivo en sumisión, instalado ya como un modo de vida en la amplia mayoría de la población argentina. Esto por citar algunas de las “perlitas” del modelo.
Como es de imaginarse este “modelo” tiene que seguir siendo aplicado a raja tabla en las provincias que serán gobernadas por los mejores y los regulares alumnos y alumnas concebidos con este plan y por supuesto nuestra gobernadora tendrá una mención especial.
La cuestión minera es el punto más importante de prestar atención en este nuevo capitulo de esta ilusa democracia puesto que las alicaídas arcas nacionales, provinciales y locales claman por ser llenadas y es imperioso hacerlo con dinero rápido que se derrama del saqueo y se desparrama intencionalmente en muchas manos a cambio de la entrega. Esas manos se alzan ávidas en todos lados y los dueños de esas manos son capaces de todo para poder sofocar los reclamos por la vida, el trabajo y el territorio que por suerte cada vez son más en este bendito país.
Sin embargo a pesar del oscuro panorama, pienso en Martin Luther King quien siempre esperanzado dijo: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Por eso tengo esperanzas todavía, que los efectos adversos de esos dineros con el nombre de regalias, no callarán las voces, ni esconderán los rostros, ni bajarán los brazos de los que a nivel local, criticaron fuertemente al gobierno saliente por su nefasta política minera entreguista, contaminante y genocida. Confío en el pensamiento, en la palabra, en la lucha y en la fuerza de miles de tinogasteños, dueños de muchos logros, que desde el año 2.007 pronunciaron un grito a favor de la vida de los habitantes de este bendito y bello suelo catamarqueño, argentino y latinoamericano.