Una fiesta en la plaza de Tinogasta
Horas después una película documental chilena explicaba la incompatibilidad de la mega minería química con la actividad agropecuaria, marco propicio para que los pueblos tinogasteño y fiambalense se concentraran en la plaza y denunciaran el atropello de la minera. Las imágenes del pueblo de Andacollo, destruido por la actividad extractiva en el país trasandino, son una cruda realidad para pueblos como el de Tinogasta, sólo separados por la Cordillera de los Andes. El comunicado de los asambleístas no deja dudas: “Los auto convocados repudiamos estas tácticas mafiosas que intentan adjudicarnos la quema de un camión que según comentarios del mismo chofer, la policía dejó de custodiarlo momentos antes de ser incendiadas sus ruedas traseras. También denunciamos la gestión de funcionarios títeres de la empresa minera.”
Las voces de los habitantes del barrio La Paz emocionaron a todos, no sólo porque sus viviendas fueron rajadas literalmente al paso de los enormes transportes sino porque se ven obligados a dormir con las luces a pleno “evitando de ese modo que las vinchucas se descuelguen de los techos”. Por ese escenario despiadado transitan los lingotes de oro hacia otros mundos, tal vez destinos ajenos a patologías endémicas, en tanto gobernantes y sicarios tildan a los manifestantes de terroristas.
Recordemos que unos siete camiones con insumos mineros, cuatro de gran porte con gigantescas bateas electrolíticas que cubrían ambas manos de la ruta, fueron detenidos por los auto convocados para impedirles el acceso a la planta donde Minera Alumbrera explota yacimientos diseminados de cobre, oro y otros minerales metalíferos. Durante más de dos meses, éstos y otros vehículos semejantes de la transnacional suiza fueron hostigados alrededor de la ruta 40, por vecinos de las distintas poblaciones de los Valles Calchaquíes y algunos aún deambulan a la espera de poder retomar su camino.
Esta vez le tocó a la guardia de infantería de la policía de la provincia catamarqueña desplazarse hasta el lugar de los hechos con la intención de desalojar a los manifestantes. Ese día, funcionarios del gobierno catamarqueño circulaban en camionetas con ejecutivos de la propia empresa minera. Poco después actuaría la justicia complaciente provocando la inútil humillación de los pobladores de Tinogasta al ordenar el allanamiento de sus viviendas.
Nuestra respuesta fue recorrer colegios, instituciones intermedias y medios de comunicación de la zona que esta vez informaron. Hubo actos públicos y asambleas para convocar porque temor es un verbo que no conjuga el pueblo de Tinogasta a pesar de la prepotencia minero-gobernante. Fuimos recibidos por los cinco concejales que durante más de dos horas nos escucharon en el recinto de sesiones en el municipio local. En la región del noroeste unos y otros piensan acciones futuras, por ejemplo la ruta de los transportes mineros fue rediseñada por la empresa con el objeto de evitar a los pueblos en virtual movilización permanente. Nadie duda en Tinogasta que minera Alumbrera incendió su propio camión y tal hecho es síntoma de debilidad y miedo. El pueblo lo sabe, lo presiente y la minera solo cuenta con los códigos del soborno, porque en realidad “donde hay un delito de contaminación existe un gobernante corrupto” y de eso se valen las corporaciones del sector aunque ya sospechan que no les alcanza para conseguir la licencia social.
N.B: En las fotos se puede ver el estado impecable del transporte menos las cubiertas traseras, algunas de ellas completamente lisas. Trasportaba bolas de acero para moler las rocas. El resto de la caravana minera continuó viaje.
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