sábado, 4 de octubre de 2008
Derechos de la Naturaleza
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
El pueblo ecuatoriano respaldó masivamente el pasado domingo 28 la nueva Constitución que pone a ese país hermano hacia un nuevo rumbo de justicia y equidad social con el Sí del 70 % de los votos. El Presidente Rafael Correa, saludó emocionado el contundente respaldo de la sociedad a lo que él llamó “revolución ciudadana”. Uno de los aspectos más importantes del texto de la nueva norma es la incorporación de la valoración soberana y jurídica de la Naturaleza como Sujeto de Derecho. Se cumple la esperanzada profecía que hace unos meses escribía Eduardo Galeano: “La naturaleza no es muda”. (Ramón Navarro (h) - FM Ciudadanos)
La naturaleza no es muda
Por Eduardo Galeano
El mundo pinta naturalezas muertas, sucumben los bosques naturales, se derriten los polos, el aire se hace irrespirable y el agua intomable, se plastifican las flores y la comida, y el cielo y la tierra se vuelven locos de remate. Y mientras todo esto ocurre, un país latinoamericano, Ecuador, tiene una nueva Constitución. Y en esa Constitución se abre la posibilidad de reconocer, por primera vez en la historia universal, los derechos de la naturaleza.
La naturaleza tiene mucho que decir, y ya va siendo hora de que nosotros, sus hijos, no sigamos haciéndonos los sordos. Y quizás hasta Dios escuche la llamada que suena desde este país andino, y agregue el undécimo mandamiento que se le había olvidado en las instrucciones que nos dio desde el monte Sinaí: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte".
Cita del artículo 71 de la Constitución de Ecuador:
"La naturaleza o Pachamama, donde se reproduce y realiza vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos".
La naturaleza no es muda
Por Eduardo Galeano
El mundo pinta naturalezas muertas, sucumben los bosques naturales, se derriten los polos, el aire se hace irrespirable y el agua intomable, se plastifican las flores y la comida, y el cielo y la tierra se vuelven locos de remate. Y mientras todo esto ocurre, un país latinoamericano, Ecuador, tiene una nueva Constitución. Y en esa Constitución se abre la posibilidad de reconocer, por primera vez en la historia universal, los derechos de la naturaleza.
La naturaleza tiene mucho que decir, y ya va siendo hora de que nosotros, sus hijos, no sigamos haciéndonos los sordos. Y quizás hasta Dios escuche la llamada que suena desde este país andino, y agregue el undécimo mandamiento que se le había olvidado en las instrucciones que nos dio desde el monte Sinaí: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte".
Cita del artículo 71 de la Constitución de Ecuador:
"La naturaleza o Pachamama, donde se reproduce y realiza vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario