jueves, 6 de diciembre de 2007

Tinogasta: lección de Libertad y Dignidad

La reciente suspensión de la consulta popular en Tinogasta pone de manifiesto hasta dónde están dispuestos a llegar para imponer y llevar adelante el plan de entrega neocolonial de los bienes comunes de nuestro ecosistema.
La corporación minera público-privada activada, en este caso, en la vergonzante orden de la Corte, demuestra que, para perpetrar el saqueo neocolonial de nuestro suelo y nuestra agua, están dispuestos no sólo a reventar nuestras montañas, sino también a arrasar con la voluntad de los pueblos que, como el de Tinogasta, heroicamente se ponen de pie para defender con dignidad su territorio, sus medios de vida y sus formas de vida.
Extraña lógica la de la mentalidad colonial de los ocupantes de las instituciones públicas que rechazan por inconstitucional la libre expresión de la voluntad popular a través de una consulta. En nombre de las ‘formas’ de la democracia, los ocupantes actuales de las instituciones estatales asumieron, una vez más, la representación de los intereses del negocio minero transnacional, desconociendo la voluntad popular y negando la libre expresión del pueblo tinogasteño sobre los usos de su territorio, de su suelo, su agua, su ambiente, que es su presente y su futuro.
De todas maneras, la patraña juridicista a través de la cual se ha consumado esta flagrante defraudación a la democracia ha otorgado sólo una circunstancial victoria pírrica que muestra, en el fondo, el punto débil del plan de expropiación ambiental de la minería transnacional: la voluntad de pueblos que, con fe en sus formas de vida, asumen decididamente el camino dignificante de la defensa de sus medios de vida.
Luego de los acontecimientos del pasado fin de semana, está claro que lo único que puede detener la perversa maquinaria de destrucción y saqueo ambiental minero es la decisión popular de defender sus territorios y recursos como medios de vida propios y para sus generaciones futuras. Como en San Marcos (18-06-05), Huehuetenango (25-07-06) e Ixchiguán (15-06-07, en Guatemala; en Tambogrande (02-06-02), en Piura y Cajamarca (17-09-07) en Perú, y el emblemático caso de Esquel (23-03-03) en nuestro país, sendas consultas populares con participación masiva e incontrastables mayorías superiores al 80 % de los votantes en todos los casos dijeron NO A LA MINERÍA TRANSNACIONAL. Con estos antecedentes, la alianza neocolonial minera sólo atisba a prohibir las consultas, como ya ocurriera en tres oportunidades en el pueblo de Calingasta, San Juan.
De todas maneras, la prohibición de la Consulta en Tinogasta, no hace más que confirmar –para propios y extraños- la inequívoca y casi unánime voluntad de su pueblo de rechazar los mega-emprendimientos mineros. El abrumador triunfo que el No hubiera logrado de haberse realizado la Consulta hoy, se anticipó ya en las plebiscitarias marchas de semanas pasadas, donde alrededor de 7000 tinogasteños –equivalente al nivel medio de votantes que actualmente se registra en ese distrito- salieron a ocupar el espacio público en defensa de su futuro. Por eso, aunque la prohibición de la Consulta enluta el camino de la vapuleada democracia argentina, el pueblo tinogasteño decidió igualmente festejar su victoria política por sobre las artimañas juridicistas del Poder de turno.
El negocio minero-para-pocos tiembla cuando un pueblo se pone de pie y emprende la lucha por su Vida. En tal sentido, el pueblo de Tinogasta nos ha brindado, a catamarqueños y argentinos, más que un testimonio de su conciencia ambiental, una lección histórica de Libertad y Dignidad.
Horacio Machado Aráoz

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